El inglés Justin Rose luce la medalla de oro del golf en los Juegos Olímpicos Río 2016
Cumplida la competencia masculina del golf olímpico, marcando el histórico regreso de esta disciplina a los Juegos, son más las noticias positivas que las negativas las que se perciben en los medios y en el público en general. Luego de la incertidumbre, de la ausencia de los mejores jugadores del Ranking Mundial y de lo aleatorio que podía llegar a resultar el certamen al contar con variables insondables, finalmente el golf salió ganando.
Atrás quedaron el virus del Zika, el motivo que anotaron varios de los ausentes para faltar a la gran cita, la inseguridad, el tema ambiental y hasta el político, así como el poco interés que mostraron algunos por nuestra disciplina. Al final, se repite, el golf y la competencia salieron airosos.
Más de 14.000 personas en el campo en las rondas finales, un mano a mano vibrante entre dos de los mejores jugadores del momento y la estampa histórico del podio olímpico fueron las mejores respuestas del golf al gran reto que significaba el retorno luego de más de un siglo de ausencia del golf a las justas.
Lo que parecía sería una competencia gris, sin emociones, se transformó en todo un suceso en Barra Da Tijuca. Desde las rondas de práctica hasta la ceremonia de imposición de medallas, la fiesta deportiva se contagió y permitió vivir uno de los mejores torneos de todo el año.
Luego que el inglés Justin Rose pegara ese determinante ‘chip’ para dejarla cerca en el hoyo 18, las principales autoridades del golf mundial, Tim Finchem (PGA Tour), Mike Davis (Usga), Pete Bevacqua (PGA of America) y Martin Slumbers (R&A) estuvieron en primera fila para conectarse con ese especial momento que sin duda tendrá su positivo efecto en lo que viene para nuestro golf olímpico.
«Todo esto resultó mejor de lo que se podía esperar”, comentó Ty Votaw, director de marketing del PGA Tour, vicepresidente de la International Golf Federation y una pieza clave en el retorno del golf a los Juegos Olímpicos.
“Había muchas incógnitas, pero todo al final acabó funcionando como queríamos. El personal de mantenimiento del campo, la organización, los cadis y por supuesto los jugadores, que se unieron para contarle al mundo deportivo esta gran historia del golf”, anotó Votaw, que se mostró optimista sobre la permanencia del golf más allá de Tokio 2020, decisión que se tomará cuando el Comité Olímpico Internacional se reúna en septiembre de 2017
También ganó Gil Hanse y el Campo Olímpico, el cual pasó la prueba inicial esta semana con hoyos exigentes y variados que quedarán como un gran patrimonio para el golf regional en los años por venir. Y lógicamente, ganaron los jugadores que intervinieron, no solo Rose, Henrik Stenson y Matt Kuchar (los ganadores de las medallas), sino todos los otros 57 golfistas que se dieron la opción de pasar a la inmortalidad golfistica.
Se jugó el golf masculino en los Juegos Olímpicos Rio 2016 y hubo más ganadores que perdedores. Ahora, es el turno de las damas, las cuales pondrán lo suyo para engrandecer esta historia.